Simone Weil, el único gran espíritu de nuestro tiempo
De Simone Weil nos han llegado multitud de historias: que ya con cinco años dejó de comer azúcar en solidaridad con los soldados de las trincheras de la Gran Guerra, que quiso tirarse en paracaídas sobre la Francia ocupada, que sus lágrimas conmovieron a Simone de Beauvoir en una ocasión entre los muros de la…